Sobre la Iniciación es un conjunto de textos que Mª
Victoria Espín ha reunido para ofrecernos una visión ajustada de lo que
significa hoy la iniciación en lo sagrado desde la perspectiva del Hermetismo,
la única Tradición no religiosa (que no quiere decir antirreligiosa) que ha pervivido
hasta nuestros días en el ámbito cultural de lo que llamamos Occidente. El dios
que inspira esta Tradición, Hermes (idéntico al Thot egipcio, al Mercurio
romano y al Hermes Trismegisto alejandrino), siendo el Intérprete del Mundo
Inteligible y revelador de la Ciencia Sagrada, o Cosmogonía Perenne, tiene
vínculos con todas las corrientes de Conocimiento surgidas del fondo de los
siglos, si bien las formas de transmisión que han llegado hasta nosotros
comienzan a fijarse aproximadamente a partir del siglo VI antes de nuestra era.
A grandes rasgos,
primero encontramos a Pitágoras y su Escuela, heredera de los antiguos misterios
Órficos, para pasar inmediatamente a Platón, que fecunda su época y establece
los principios del pensamiento filosófico como vehículo de la Sabiduría,
pensamiento que los neoplatónicos alejandrinos se encargan de esparcir por todo
el Mediterráneo, uno de cuyos centros es la Academia de Atenas, donde destaca
Proclo, considerado el mayor intérprete de Platón. Sin todos ellos no podría
entenderse el propio esoterismo y metafísica cristiana (Dionisio Areopagita,
Escoto Erígena, Miguel Pselos, las escuelas de Chartres y de Oxford, Dante y
los Fieles de Amor, el Maestro Eckhart, Nicolás de Cusa, Gemisto Pletón, etc.),
que desemboca en el Renacimiento con Marsilio Ficino y la Academia de
Florencia, uno de cuyos integrantes, Pico de la Mirándola, es el promotor de
esa síntesis doctrinal llamada Cábala-Cristiana. De ella emanaría la Rosa-Cruz
hermética del siglo XVII, inspiradora a su vez de la Masonería filosófica del
XVIII. Con la llegada del siglo XIX se produce un estado de relativo letargo
del Hermetismo y de la Tradición en general, “despertando” nuevamente con la aparición
de René Guénon, cuya obra providencial cubre toda la mitad del siglo XX, a
finales del cual aparece la obra no menos providencial de Federico González,
sobre todo en lo que se refiere el extenso ámbito de la lengua castellana.
(Precisamente M Victoria Espín ha escrito un volumen muy documentado acerca de
dicha obra titulado Historia Viva. Un recorrido por la obra de Federico González).
Hemos realizado este
sucinto recorrido histórico porque la autora de Sobre la Iniciación recoge en sus textos parte de la doctrina
hermética y sapiencial de todos esos períodos, estructurándola a través de un
recorrido por la naturaleza de los principales dioses olímpicos (en
correspondencia algunos de ellos con los númenes planetarios), incluyendo a
Dionisos y sus misterios iniciáticos. No falta desde luego una mención al
carácter de fin de ciclo que marca nuestro tiempo, basándose en lo que
vaticinaron al respecto los antiguos escritos procedentes de diversas
tradiciones, tanto de Occidente como de Oriente.
Recomendamos a todos
nuestros amigos la lectura de estos textos que, como dice la autora en el
capítulo dedicado a Hermes, son una manera de seguir cultivando el “Jardín
Hermético (…) compartiendo con los hombres su conocimiento y esencia”. Francisco
Ariza
Acceso al libro: SOBRE LA INICIACIÓN
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