domingo, 16 de octubre de 2022

REFLEXIONES SOBRE EL SISTEMA NÚMERICO


Mª Ángeles Díaz y Francisco Ariza (izquierda) junto a Federico González

 

Federico González: Los contemporáneos tomamos a nuestro código numérico como una realidad ya dada, sin pararnos a reflexionar qué es lo que este sistema está manifestando. Los números expresaban y siguen expresando ideas. Conceptos metafísicos acerca de todo aquello que está numerado o que participa de las categorías de lo numerable, es decir, de aquello que es nombrable, finito y sucesivo. De otro lado, estas 'numeraciones' son la medida armónica de todas las cosas y la forma en que ellas se relacionan entre sí. Son pautas rítmicas, módulos y ciclos que generan –en cuanto conceptos– la 'proporción' y revelan las 'cifras' secretas del cosmos, de las que ellos son componentes activos. (“El Simbolismo Precolombino”).

Mª Ángeles Díaz: A mí lo que siempre me ha conmovido de los números es su tendencia a la perfección, a cuadrar y poner de acuerdo todas las cosas y a todas las personas y, de alguna manera, siempre he compartido con los Pitagóricos el juramento que hacían por la Divina Tetraktys y sus misteriosos caminos de Conocimiento.

Francisco Ariza El número, en tanto que idea, es un instrumento de la Inteligencia divina. Introduce el orden en el mundo (el Cosmos), y por lo tanto en todas las manifestaciones del arte y la ciencia, que derivan de ella. Sus hijas son la armonía y la belleza, y su expresión más neta la geometría, la ciencia de la medida, que no sólo se refiere a la medida material de las cosas, sino que lo que ella “mide” en primer lugar son las manifestaciones del Verbo, es decir los nombres -la esencia- de todos los seres. Estamos conformados por las vibraciones de un sonido cuyas “pautas rítmicas” cristalizan en las proporciones y medidas del mundo y de todo cuanto está en él comprendido. La geometría es ante todo sagrada, cualitativa. Por otro lado siempre me ha llamado la atención que en francés número se escriba “nombre”. Estas cosas que tienen los idiomas son a veces muy reveladoras. Como sabemos la “ciencia de los nombres” es lo mismo que la “ciencia de los números”.

Fuente: Miscelánea Hermética. También en Documentos de la Iglesia Secreta. Ver: https://memoriadecaliope.blogspot.com/2021/02/documentos-de-la-iglesia-secreta.html

sábado, 15 de octubre de 2022


 

Dante: ¡Con que tú eres Virgilio ... válgame el grande afán con que he buscado tus libros...!

Mira la fiera que me hacía retroceder, líbrame de ella, ilustre sabio.

Virgilio: Esta fiera cuanto más come más hambre tiene, no se sacia nunca.

Ésta debe morir de rabia, ni tierra ni metal (espada), sino de sabiduría y de amor ... que esta vuelva al infierno de donde al principio la sacó la envidia.

Yo te sacaré de aquí, haciéndote pasar por un lugar eterno, yo seré tu guía.

                                    

                  Canto I de la Divina Comedia

viernes, 14 de octubre de 2022

ALAN WATTS SOBRE ALAN WATTS


Alan Watts (1915-1973). Autor inglés radicado en Estados Unidos, a veces injustamente tratado por prejuicios "morales-universitarios" tuvo una gran influencia durante muchos años en el pensamiento esotérico de Norte América, particularmente en la difusión del pensamiento y la filosofía Oriental en el estado de California, de donde salieron distintos movimientos en los años sesenta y setenta que aún subsisten. Sus obras más importantes son entre otras El camino del Tao; El camino del ZenLa Suprema IdentidadNaturaleza, hombre y mujerLas dos manos de Dios; Mito y ritual en el Cristianismo; Mito y Religión; El Arte de ser Dios: Más allá de la teología; Behold the Spirit; de entre ellas quizás la más importante es La Suprema Identidad, en la que analiza la escolástica religiosa y afirma en su prefacio lo que significaron para él René Guénon y Ananda K. Coomaraswamy  (Hasta aquí tomado de la Web. “Antología de Textos Herméticos”, https://antologiaesoterica.com/ Recopilación de Federico González con la colaboración de José Manuel Río).

En su libro Mito y Religión Alan Watts habla de sí mismo en los siguientes términos:

Me tomaré la libertad de empezar hablando de mí y de mi papel de experto en materias filosóficas, porque quiero dejar perfectamente claro que no soy un guru. En otras palabras, hablo de “esas cosas” que abarcan la multiplicidad de asuntos relacionados con la filosofía oriental, la psicoterapia, la religión y el misticismo, porque me interesan, disfruto comentándolas y me ofrecen una explicación sobre mí mismo. (…) No voy por ahí intentando salvar el mundo. Por supuesto, cuando de la montaña manan un riachuelo o una montaña que borbotea cumplen con su propósito, y si un viajero sediento puede aliviar en ellos su fatiga ello es bueno. Cuando un pájaro canta, no lo hace en interés de la calidad musical. Sin embargo, si alguien se detiene a escucharlo y sabe apreciarlo, eso es bueno también. Las palabras que les dirijo van imbuidas del mismo espíritu. No intento crear discípulos. Me rijo más bien según los principios de un médico que los de un clérigo. Un médico cura a sus pacientes y, al sanarlos, se libra de ellos.